Amores prestados...

No es lo que piensas... Aunque debo confesar que sí he tenido más de algún amor prestado, éste no es el caso.

Éstos son amores, historias y corazones rotos que he vivido a través de amigas y personas que han decidido compartirlos conmigo.

Repito: Cualquier parecido con la realidad, NO es pura coincidencia.

Tengo una amiga de la universidad, que ha estado años compartiendo este hermoso viaje, llamado Vida.

Hemos llorado, reído y hablado horas de horas acerca de nuestro amores. Ella hace unos años encontró al que, pensó, podía ser el amor de sus amores...

Fueron presentados por amigos en común. Con el tiempo se vieron envueltos en esos torbelinos que conocemos tan bien, cuando nos atrapa el amor. Y como era de esperarse, le llevó algún tiempo lograr escapar. El hombre era compartido, (ahora me doy cuenta que éste tipo de hombres abunda, lamentablemente). Mi amiga decidió ir en contra de su corazón y de la prisión en que se econtraba.

Fueron meses llenos de dolor, de ir en contra de la corriente y de tomarle la mano a la razón.

La razón, aquella nuestra fiel e ignorada compañera, que muchas veces nos pone zancadilla y algunas otras es la fuerza que necesitamos para dejar aquellos amores que no nos llevan a ningún otro lugar, más que al dolor.

Pues gracias a la razón y algunos tropezones, decidió dejar de compartir a áquel amor de sus amores.

Sin embargo hace pocos días, gracias a las redes sociales, se enteró del compromiso de su ex amor. Y como es normal, los sentimientos regresaron a abofetearle el corazón.

Así que sin más, este post es para recordarle a ésta gran mujer, si lee esto un día, algunas cositas.

Siendo la mujer valiente y admirable que es, no desespere. La vida es la mejor de las escuelas, en dónde aprendemos, pero también nos preparamos. Éstas experiencias y todas las lágrimas derramadas, limpian el camino para encontrar el amor que todas y todos, esperamos. Ese amor de nuestros amores, que viene a desordenarnos la vida, a despeinarnos el cabello y hacer que nuestro corazón se salte un par de latidos, para darnos cuenta que estamos vivas y que el amor nos encontrará de una manera u otra.

No olvidemos jamás "Siempre hay un roto, para un descocido." Y que sea ésta la esperanza que haga que nuestros corazones se recuperen por y nuestras almas permanezcan puras y brillando como siempre deben hacerlo.